HACIA EL MAR
Mirábamos en dirección al mar
Soñadores de infinito de leves cabellos,
Indócil galope en la mañana
Prometido en la convergencia de las gaviotas.
Bajamos, emigrantes sin maletas,
A las profundidades de recuerdos lejanos;
El espacio cómplice en nuestros ojos,
Pero el horizonte escondía todas las naves
Pensamos que se extendía para traicionarnos.
Estábamos solos con el tiempo para hacer
en nosotros mismos viajes imposibles.
EDICIÓN MATINAL
Cada herida mata de hambre a otro crimen
Cada palabra enciende su pira
De odio. Y los rehenes de la mañana
Llevan la noche en sus hombros desnudos.
Todos los pájaros cantores dejan el alba
Para regresar a sus bosques calcinados;
Tienen el destino del último grito de los muertos,
Su vuelo es un pañuelo del color de la sangre.
Coge el periódico que hoy impera:
¿Ves sangrar el mármol y la máquina?
La tinta de las palabras arrastra tu mirada
Hacia el arma más segura de la desgracia.
Cada noticia te separa de ti mismo.
Traducción y nota: Pedro Sánchez Sanz
Tomado de:
https://elcoloquiodelosperros.weebly.com/traducciones/edmond-vandercammen
Pasión
La pasión del niño por un cielo lleno de estrellas
Abre y cierra las manos como un libro de caras.
Pez amarillo, azul
Juega en el acuario de sus ojos.
La vida quema una copita de sabiduría,
la Fragancia de su vida.
Extiende los brazos,
Y el maestro lo escucha, helado de estrellas
La mujer se desmaya,
El mundo desaparece.
Lentamente, el imán del sol
atrae un momento de esperanza.
El corazón equilibra el cuerpo,
la Sangre, la savia;
La rama sostiene al pájaro.
La verdad pende de los rayos de la luna,
Y el niño la sorbe con un suspiro
Al borde de un cielo desgarrado.
SOS El hermoso barco gira sus velas,
Un sueño extinguido en el espacio.
La voz del tiempo da la vuelta al mundo
Tras los árboles del jardín.
El párpado de la tarde cae sobre el ojo de la luna,
Algo cae en el cielo:
La sombra negra de un pájaro rojo sin alas.
poeta errante
Cuando arrojaste el odgon hacia los deseos silenciosos,
Que vagan sobre las olas, como sombras de placeres,
Mirando al mar, tu rostro se vuelve hacia el ayer,
Y la ciudad en cenizas vuelve a palpitar.
Pasas bajo viejos arcos de aventuras olvidadas,
Te cruzas con los vivos, se apaga tu delirio;
Con los vivos y los muertos por igual, pareces derrotado,
trata de difundir solo los lienzos soñados diariamente.
Ya no encuentras las fuentes, como en los viejos tiempos,
el brillo,
Ni el sangrado de la boca que maduró el beso,
Ni el canto de ti que enterró el pasado,
Como un bebé que lo vuelve a la vanidad.
¿Qué dedos febriles borran las cálidas imágenes?
Tomas un camino diferente, es una calle sin sol,
Tus pensamientos son diferentes, tu corazón insomne se
contrae,
Cambias de casa, pero tu rostro es diferente entre las
páginas...
Entonces el viento te lleva e infla otras velas,
Y la vida es horizonte de gestos inhumanos;
Incumplido dejas el sueño que tus manos, huracán,
Al atardecer lo desgarran al fuego de otras estrellas.
Tomado de:
http://poezii.citatepedia.ro/de.php?a=Edmond+Vandercammen
a dónde va la sangre
¿Sabemos alguna vez adónde va la sangre
que los rehenes del otoño
en vano retienen en su carne?
Estatuas de sal, estatuas de tiza
En tus jardines de mandrágoras
Abiertas a la magia lunar,
Eriges tu silencio.
¡Absurda expectativa de muerte!
El que se resigna despide
Las tristes arenas esparcidas
Por el viento sobre las tumbas
Y su mirada florece en el fondo
De una última noche. Este hombre
no se separa de Dios,
pero para orar tendría que
saber adónde va la poca sangre
que trastorna su razón:
tendido en la superficie desnuda del tiempo,
pretende no conocer el futuro.
Tomado de:
https://maisondelapoesie.be/poetes-list/vandercammen-edmond/
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