Balcones
En el balcón los poemas emergen
Cuando se azula el río y brilla
El verde oscuro del ciprés cuando
Sobre las aguas se recorta la blanca escultura
Casi oriental casi marina
De la torre aérea y blanca
Y la mañana abierta
Irisada y divina se vuelve
Y sobre la página del cuaderno el poema se alinea
En otro balcón así un septiembre de otrora
Que en mil estatuas y azul púrpura se prolongaba
Amé la vida como algo sagrado
Y la juventud me fue eternidad
La forma justa
Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre
La tierra donde estamos —si nadie la traiciona— ofrecería
Cada día a cada uno la libertad y el reino:
En la concha en la flor en el hombre y en el fruto
Si nada adolece la propia forma es justa
Y en todo se integra como palabra en verso
Sé que sería posible construir la forma justa
De una ciudad humana que fuese
Fiel a la perfección del universo
Por eso vuelvo a empezar sin tregua a partir de la página
en blanco
Este es mi oficio de poeta para la reconstrucción del
mundo
Heme aquí
Heme aquí
Habiéndome despojado de todos mis mantos
Habiéndome apartado de adivinos magos y dioses
Para quedarme sola ante el silencio
Ante el silencio y el esplendor de tu rostro
Mas tú eres de todos los ausentes el ausente
Ni tu hombro me sostiene ni tu mano me roza
Mi corazón desciende las escalas del templo que no habitas
Y tu encuentro
Son llanuras y llanuras de silencio
Oscura es la noche
Oscura y transparente
Mas tu rostro está allende el tiempo opaco
Y no habito los jardines de tu silencio
Porque tú eres de todos los ausentes el ausente
Nunca más
Nunca más
caminarás en los caminos naturales.
Nunca más te podrás sentir
invulnerable, real y densa.
Para siempre está perdido
lo que más que todo procuraste:
la plenitud de cada presencia.
Y será siempre el mismo sueño, la misma ausencia.
Tomado de
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-sophia-de-mello-breyner-andresen/
ESPERA
Te di la soledad del día entero.
En la playa desierta, jugando con la arena,
En el silencio que apenas quiebra la marea alta
Gritando su eterno insulto
Largamente esperé que tu figura
Rompiese la neblina.
INVIERNO
Parece que eternamente lloverá
Sobre la tierra desolación y frío inmaterial
La misma nieve de horror incorpóreo
La misma soledad al interior de las casas
TARDE
Lo que quería decirte en esta tarde
Nada tiene en común con las gaviotas.
SOR MARIANA – BEJA*
Cortaron los trigos. Ahora
Mi soledad se ve mejor.
BIOGRAFÍA
Tuve amigos que morían, amigos que partían
Otros que quebraron su rostro contra el tiempo.
Odié lo que era fácil
Me he buscado en la luz, en el mar y en el viento.
EN EL POEMA
En el poema quedó el fuego más secreto
El fuego intenso que devora las cosas
Que siempre estuvo muy lejos y muy cerca.
BARCOS
Uno por uno pasan los barcos hacia el mar
Pasan frente a montes y terrazas
Cortando las aguas lizas como el concreto
Y todos los dioses son de nuevo nombrados
Más allá de las ruinas de sus templos
INSCRIPCIÓN
Cuando muera volveré para buscar
Aquellos instantes que no viví junto del mar
MUERTE
Qué triángulo o círculo te podrá encerrar
Para que te detengas lenta y mía
Para que no desciendas la escalera.
*Sóror Mariana Alcoforado (1640 – 1723)
fue una religiosa portuguesa a quien se atribuyó la redacción de las Cartas
portuguesas o Cartas de amor de la monja portuguesa (1669), cinco famosas
misivas amorosas consideradas como una obra maestra de la literatura universal.
Beja es su pueblo natal y donde fue sepultada.
https://circulodepoesia.com/2020/07/10-poemas-breves-de-sophia-de-mello-breyner-andresen/
En el punto
En el punto donde silencio y soledad
Se cruzan con la noche y con el frío,
Esperé como quien espera en vano,
Tan nítido y preciso era el vacío.
Versión de Diana Bellessi
Escucho
Escucho mas no sé
Si lo que oigo es silencio
O dios
Escucho sin saber si estoy oyendo
El resonar de las planicies del vacío
O la conciencia atenta
Que en los confines del universo
¡Me mira y me descifra
Sólo sé que camino como quien
Es mirado amado y conocido
y por eso en cada gesto pongo
Gravedad y riesgo
Versión de Diana Bellessi
Eurídice
Éste es el círculo que trazo alrededor de tu cuerpo amado
y perdido
Para que cercada seas mía
Éste es el canto de amor con que te hablo
Para que escuchando seas mía
Éste es el poema -engaño de tu rostro
Donde busco la abolición de la muerte.
Versión de Diana Bellessi
La noche y la casa
La noche reúne la casa y su silencio
Desde la base desde el cimiento
Hasta la flor inmóvil
Apenas se oye latir el reloj del tiempo
La noche reúne la casa a su destino
Nada ahora se dispersa se divide
Todo está como el ciprés atento
El vacío camina en sus espacios vivos.
Luz de luna
Tómame oh noche en tus jardines suspendidos
En tus patios de luna y de silencio
En tus atrios de viento y de vacío.
¡Noche
Bagdad de bruces en tu río
País de brillos y de olvido
Con tu rumor de cedros y tu lento
Círculo azul del tiempo.
Versión de Diana Bellessi
Llamé por mí cuando cantaba el mar...
Llamé por mí cuando cantaba el mar
Llamé por mí cuando corrían las fuentes
Llamé por mí cuando morían los héroes
Y cada ser me dio señal de mí.
Versión de Diana Bellessi
Muerta
Muerta,
Qué clara eres,
Qué frescura quedó entre tus dedos...
Eres una fuente
Con piedras blancas en el fondo,
Eres una fuente que de noche canta
y silenciosamente
vienen peces de plata a la superficie de agua.
Muerta qué clara eres,
y florecida...
Eres la brisa
Que en un gesto de adiós pasa en las hojas,
Eres la brisa que lleva los perfumes y los derrama,
¡Eres los pasos leves de la brisa
Cuando en las calles ya nadie pasa!
Eres una rama de tilo donde el silencio florece,
Eres un lago donde las imágenes se inquietan,
Eres la secreta nostalgia de una fiesta
Que en los jardines murmura.
Cantando
Deslizando las manos por los muros
Pasas recogiendo
La sangre bermeja y madura de las moras.
Vas y vienes
Solitaria y transparente
y la memoria de las cosas te acompaña.
Muerta qué clara eres,
¡Y perdida!
Eres la medianoche de la noche,
Eres la terraza que da al viento,
Eres una pena solitaria y franca,
Las sombras vuelven a bailar,
El perfume de las algas sacia el aire
y las ramas se recuestan sobre las ventanas:
Suaves cabellos de pena tiene la brisa.
Sola pasas al fondo de las avenidas.
No muestras tu rostro,
Pasas de espaldas con un vestido blanco.
¡Eres leve y dulce como un sueño!
El soplo de la noche se llena de angustia
y de mí surgen palabras solitarias:
Eres el perfume de infancia que hay en las rocas,
Eres el vestido de infancia que hay en los campos,
Eres la pena de infancia que hay en la noche.
Súbitamente
Alcanzo pierdo la forma de tu rostro:
¡Qué fresca eres!
Pasas y de tus dedos corren fuentes.
¡Qué leve eres,
Más leve que una danza!
Apenas llegaste, apenas volviste, apenas te vi
Ya en el fondo de los caminos te extinguiste:
Arena lisa y blanca que ningún paso pisa
Pena franca
Angustia fuente fresca y brisa.
Versión de Diana Bellessi
Nardo
Nardo
Pesado y denso
Opaco y blanco,
Hecho
De oscura respiración
Y de agitación nocturna.
Versión de Diana Bellessi
Tomado de:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario