EL OCASO
Era la hora aciaga en que murieron las palabras
era la hora del sol indeclinable en la pétrea agonía
del alma sentada en la
ausencia
como reconciliándose con las sombras
como trayendo el mañana que es noche
Y es que tú
corazón
mirabas:
llamaban desde lejos,
como buscando el sosiego de un abrazo perpetuo
presintiendo el sueño largo de la tierra.
Era la noche en que los labios pesaron más en los
hombros
que de inquietudes, que de soledad infinita
que de vida, yacían en la espalda
y las venas precoces del tiempo
dilatadas, que de pena
te anegaban.
Pobre de ti, sin palabras que te nombren
te has quedado sin el cuerpo de la alegría
se ha ido el pasado
se ha ido la energía y el pensamiento
en la noche fría has muerto…
en la noche que más pesa en el recuerdo.
MI BELLADONA
A qué si no a un amor oculto le hablas
evocación incorpórea, cuando ausentan las palabras.
Déjame escucharlas para decirlas al mundo
la vida quiere ser oída
gritando en la masacre
sollozando en donde yacen los amantes
y tu rostro en la memoria
y el testimonio del reclusorio en el beso de tu boca.
Tu sueño tendrá manos para el arado
pies para el camino
otro no te dará lo que yo
voz para que hables
cielo para que te amen
hablando por mis ojos y llorando por mi boca.
Volveré a nombrarte
viva y cercana
dame de beber en tus manos…
de comulgar en tus labios.
INVOCACIÓN A LA VIDA
Vida mía
cansada de llevar mi carga
tú misma te convertiste en carga;
caíste con los frutos de mi mano
y dormiste largo tras la primera sonrisa.
Debilidad de mi alma
extensión ilímite sobre mis huesos
que cobijas este solo fastidio
este desgano:
Mirabas el bosque obtuso
los faroles gualdos
y sólo con eso te complacías,
dime por qué has partido,
por qué engibo antes de tiempo.
Como quien espera después de la hora
así
no te vi de nuevo
entonces por qué pesas tanto en el crepúsculo
por qué
si aún no ha anochecido.
Sé que vives porque te deseo…
Déjame beberte, vino secular
herido de amor, en la noche te invoco
¡qué mis palabras sean la copa
que te conduzca para siempre a mis labios rotos!.
MIEMBRO TRUNCO
Lo que más pesa es el tiempo
esperándote
tantas cosas, los más bellos mañanas
no quiero más esperar.
Estar en la sala a medias
beber a medias
escuchar
que llaman
de lejos
y no estar
a quién lo demando.
Ausente
en tus promesas
aunque sé que no volverás
sé que estarás en la tristeza
y que llegaré siendo otro, al final.
Sé que mañana dolerás.
Entre el dolor de mañana
estoy yo
y la nada me tienta.
A veces quisiera
arrancarte del todo
como mala hierba
pero te vuelvo a hallar;
si me dieras el nunca certero
tal vez te querría más.
A veces quisiera
regresar a la nada.
Las demandas
siguen siendo las mismas
pan para comer
boca para besar.
¡Pesa tanto el dolor encarnado!.
Pero la nada
nada cura
ni el dolor
que crece como una enfermedad.
Mejor cortar por lo sano
miembro trunco
como estas flores
y poder dormir
en paz.
Tomado de:
http://www.laotrarevista.com/2009/09/andres-barbosa-vivas/
ERIAL
Estos días son desiertos
la calle desolada y larga crece
entre lluvias de polvo y se desborda.
Rumores de palabras
que fueron dichas, olores de ausencias.
Todos se van
nunca han estado
el tráfago de otros días parecía traerlos
entre la valía de los objetos se escuchaba hablarlos
el hombre, la mujer
el comerciante, el carnicero
el borracho.
Se escuchaban saludos
risas
preguntas de dinero,
no estaban
eran hablados.
El pecho estaba tranquilo
y hoy hay un dolor más para el dolor.
Los linderos de montañas
pétreas, tan endurecidas
encierran la ciudad y allí las preguntas
viniendo desde años
otros cuerpos y costumbres
otros ropajes y acentos,
luces refractadas en filamentos metálicos
tras el pensamiento que es una sombra triste.
Medios hombres
vacíos de guerras,
negación de la crueldad de hablar con fantasmas
y el llanto que se ha vuelto un habitante
mal disimulado en las arrugas
del alma.
No comer
no fumar como de costumbre
y saber que a la estación de los días llegaron dueños
vendedores de verdades y promesas de amores
libertades y mañanas distantes.
¿Cuál es el sentido de la existencia?
crecer como el grito solitario en la noche
pagar tus impuestos y ser un buen ciudadano
la guerra te llegará por descontado con los días;ponte
el saco apretado y camina
a donde te necesiten quienes no conozcas
tómate algo para el cansancio
el sudor y la palidez de la sangre.
POEMA
Vengo del largo encierro de los años
me taparon la boca
y murieron las palabras.
Nacieron flores en el silencio
y tras barrotes
se metamorfosearon los músculos de mi espalda.
Salí volando
cuando nadie lo esperaba.
Mi pluma diamantina
alcanzó la estrella que hoy te entrego.
Escucha de mis mujeres
las palabras más elevadas
con las pupilas dilatadas
como manzanas en el lecho.
Toma esta copa
ponte también sombrero y botas
mientras me arreglo el bigote
dame ocho balas
mataré la deshonra.
Afuera, la noche
extiende un velo sobre los edificios
como los párpados sobre los sueños en sigilo.
Ahora estás conmigo
esperando contra el muro
toma este ramillete del jardín prohibido
que es el cielo de los adictos.
Este poema
que bebía de noche y fumaba de día
hoy bebe de día
y fuma
y fuma
olvida que es día
no sabe qué es noche.
Este poema con ala ancha
dice Revolución
con su bocanada
su redonda bocanada
volando en el cielo espeso.
Selección del libro "La Desmesura", de Andrés
Barbosa Vivas. Todos los derechos reservados.
Y YA NO ESTÁS PARA ESCUCHAR
/LAS PALABRAS
que he ido desprendiendo del viento como hojas para un
herbario:
triscan en los caminos que confluyen en el árbol de tu
ausencia;
enmudecen frente a floraciones oscuras y
aterciopeladas.
Estos vocablos de voz estertórea
crecen en mi cuerpo cual hiedras en un muro de mutismo
y se desgarran;
se agotan en las mesas de familia
que me dan el pan y toman mi vacío
primorosamente
en las conversaciones de sala.
En el silencio de la intimidad, contemplo mis
utensilios:
las velas, el espejo, las piernas de la pared
el cuchillo.
En la noche
invento palabras con barro cocido
pero no puedes escucharlas.
OBRA
Si algún lugar ocupas, es la ausencia
si algún lenguaje hablas, es el silencio,
en el espejo te veo, trazo tu silueta, la reconozco
casi tocas mis ansias.
Vida mía
tus pies pisan trozos calcáreos en que se inscriben
leyendas
hendiduras de cuerpos que estuvieron.
Rozo tus dedos
te complaces con mostrármelos tan llenos de
refulgencias
aunque me detenga y advierta el negro de mi sombrilla
como un presagio.
No ves que el mundo se está derrumbando
y hasta empiezan a deslizarse tus pendientes.
Desdóblate, silencio
porque a veces siento que hasta las palabras me
inasisten
y empiezan a deslizarse por tu cuerpo
bella,
única,
mía...
Si algún lugar ocupas es aquel, junto a la ventana
donde nadie ve mi fantasma
cruzar doliente polo a polo de la Tierra.
En la radio suenan sermones y campanas.
Desdóblate, sonido, donde descansa en paz la sonrisa
y las colillas de cigarro se amontonan.
No las ves, pero están donde estuvieron
escuchando, sintiendo, aferrándose
en el lugar que las pisadas dejan sobre el césped
y muere el réquiem en la radio.
QUERENCIA
¿Quién susurra tras las paredes?
¿en qué garganta se atropellan los suspiros
en algún lugar de la sala?
¿qué mejilla dibuja una lágrima
con color de alma cuando llega la tristeza,
azules escamas cuando se instala la nostalgia
serpenteando en el ron que se derrama en las paredes?,
¿quién bebe su suavidad cálida?
La beben los gritos que en la noche
llaman con clamores las almas solitarias,
los ganchos sin ropa la beben
y reconocen su levedad en las noches embriagadas.
¿Quién añora tras las paredes,
tras el libro abierto que recibe sus lágrimas
como el suelo la hojarasca del árbol que languidece con
los roces del tiempo?
¿quién tiene miedo de llevar su dolor hasta mañana
como el lío más pesado trasegando por el sueño
con la espalda corva y los zapatos que apenas arrastra?
Quien tiene miedo de la vida solitaria
y procura los saludos que ama
que ama la música que crece y estride en diferentes
flancos
las fragancias del incienso y la marihuana
las conversaciones a medios oídos
los desnudos, tras la ventana
la tos que comparte cuando enferma, cual sueños que
contagia
las tristezas, las alegrías
los cuerpos cuando se hablan;
a todos vosotros ama quien lloraba
y anhela compartir con vosotros el momento
en que a su lecho llegue la parca.
Selección del libro "Desdóblate Silencio", de
Andrés Barbosa Vivas. Todos los derechos reservados.
Tomado de:
http://andresbarbosavivas.blogspot.com/
Obsidiana.
Niños soñando la paz
Dorian Flórez (Colombia, 1960)
Óleo sobre lino belga, en claroscuro.
Ver galería del pintor
Vengo de la tierra mordida por los perros,
de las conspiraciones y los oprobios,
del frío plomizo sobre toda la existencia
de la selva sabia y guerrera
al caos similar de las calles.
Vengo de las luchas intestinas,
no el feto desechado de la guerra,
el enfermizo impulso muscular por acrecentarse
y cómo a esta alma de acero le hablan las cosas
elementales
le cuentan sus secretos
unas desarrollaron espinas ante la barbarie;
otras, bellos colores;
yo desarrollé mi silencio,
la capacidad mental,
la explosividad incesante que imprimo en cada uno de
mis actos.
Soy de un material antiguo, probado por los sabios
vengo del fondo de la Tierra, me forjó la tristeza
soy la santificación del dolor
mantente conmigo hasta el final y te daré un secreto
sólo a los más altos los revelo
mi alma es verde y doy visos negros.
Tomado de:
https://atentadocelestepoesia.blogspot.com/2016/03/andres-barbosa-vivas-obsidiana.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario