lunes, 1 de mayo de 2023

POEMAS DE ANDRÉS BARBOSA VIVAS

 


EL OCASO

 

Era la hora aciaga en que murieron las palabras

era la hora del sol indeclinable en la pétrea agonía del alma sentada en la

ausencia

como reconciliándose con las sombras

como trayendo el mañana que es noche

 

 

 

Y es que tú

corazón

mirabas:

llamaban desde lejos,

como buscando el sosiego de un abrazo perpetuo

presintiendo el sueño largo de la tierra.

 

 

 

Era la noche en que los labios pesaron más en los hombros

que de inquietudes, que de soledad infinita

que de vida, yacían en la espalda

y las venas precoces del tiempo

dilatadas, que de pena

te anegaban.

 

 

 

Pobre de ti, sin palabras que te nombren

te has quedado sin el cuerpo de la alegría

se ha ido el pasado

se ha ido la energía y el pensamiento

en la noche fría has muerto…

 

en la noche que más pesa en el recuerdo.

 

 

MI BELLADONA

 

A qué si no a un amor oculto le hablas

evocación incorpórea, cuando ausentan las palabras.

 

 

 

Déjame escucharlas para decirlas al mundo

la vida quiere ser oída

gritando en la masacre

sollozando en donde yacen los amantes

 

 

 

y tu rostro en la memoria

y el testimonio del reclusorio en el beso de tu boca.

 

 

 

Tu sueño tendrá manos para el arado

pies para el camino

otro no te dará lo que yo

 

 

 

voz para que hables

cielo para que te amen

hablando por mis ojos y llorando por mi boca.

 

 

 

Volveré a nombrarte

 

 

 

viva y cercana

dame de beber en tus manos…

 

 

 

de comulgar en tus labios.

 

 

INVOCACIÓN A LA VIDA

 

Vida mía

cansada de llevar mi carga

tú misma te convertiste en carga;

caíste con los frutos de mi mano

y dormiste largo tras la primera sonrisa.

 

 

 

Debilidad de mi alma

extensión ilímite sobre mis huesos

que cobijas este solo fastidio

este desgano:

 

 

 

Mirabas el bosque obtuso

los faroles gualdos

y sólo con eso te complacías,

dime por qué has partido,

por qué engibo antes de tiempo.  

 

 

 

Como quien espera después de la hora

así

no te vi de nuevo

entonces por qué pesas tanto en el crepúsculo

por qué

si aún no ha anochecido.

 

 

 

Sé que vives porque te deseo…

 

 

 

Déjame beberte, vino secular

herido de amor, en la noche te invoco

¡qué mis palabras sean la copa

que te conduzca para siempre a mis labios rotos!. 

 

 

MIEMBRO TRUNCO

 

 

 

Lo que más pesa es el tiempo

esperándote

tantas cosas, los más bellos mañanas

no quiero más esperar.

 

 

 

Estar en la sala a medias

beber a medias

escuchar

que llaman

de lejos

y no estar

a quién lo demando.

 

 

 

Ausente

en tus promesas

aunque sé que no volverás

sé que estarás en la tristeza

y que llegaré siendo otro, al final.

 

 

 

Sé que mañana dolerás.

Entre el dolor de mañana

estoy yo

y la nada me tienta.

 

 

 

A veces quisiera

arrancarte del todo

como mala hierba

pero te vuelvo a hallar;

si me dieras el nunca certero

tal vez te querría más.

 

 

 

A veces quisiera

regresar a la nada.

Las demandas

siguen siendo las mismas

pan para comer

boca para besar.

¡Pesa tanto el dolor encarnado!.

 

 

 

Pero la nada

nada cura

ni el dolor

que crece como una enfermedad.

 

 

 

Mejor cortar por lo sano

miembro trunco

 

 

 

como estas flores

y poder dormir

en paz.

Tomado de:

http://www.laotrarevista.com/2009/09/andres-barbosa-vivas/

 

 

ERIAL

 

Estos días son desiertos

la calle desolada y larga crece

entre lluvias de polvo y se desborda.

Rumores de palabras

que fueron dichas, olores de ausencias.

 

Todos se van

nunca han estado

el tráfago de otros días parecía traerlos

entre la valía de los objetos se escuchaba hablarlos

el hombre, la mujer

el comerciante, el carnicero

el borracho.

 

Se escuchaban saludos

risas

preguntas de dinero,

no estaban

eran hablados.

 

El pecho estaba tranquilo

y hoy hay un dolor más para el dolor.

Los linderos de montañas

pétreas, tan endurecidas

encierran la ciudad y allí las preguntas

viniendo desde años

otros cuerpos y costumbres

otros ropajes y acentos,

luces refractadas en filamentos metálicos

tras el pensamiento que es una sombra triste.

 

Medios hombres

vacíos de guerras,

negación de la crueldad de hablar con fantasmas

y el llanto que se ha vuelto un habitante

mal disimulado en las arrugas

del alma.

 

No comer

no fumar como de costumbre

y saber que a la estación de los días llegaron dueños

vendedores de verdades y promesas de amores

libertades y mañanas distantes.

 

¿Cuál es el sentido de la existencia?

crecer como el grito solitario en la noche

pagar tus impuestos y ser un buen ciudadano

la guerra te llegará por descontado con los días;ponte el saco apretado y camina

a donde te necesiten quienes no conozcas

tómate algo para el cansancio

el sudor y la palidez de la sangre.

 

 

POEMA

 

Vengo del largo encierro de los años

me taparon la boca

y murieron las palabras.

 

Nacieron flores en el silencio

y tras barrotes

se metamorfosearon los músculos de mi espalda.

 

Salí volando

cuando nadie lo esperaba.

Mi pluma diamantina

alcanzó la estrella que hoy te entrego.

 

Escucha de mis mujeres

las palabras más elevadas

con las pupilas dilatadas

como manzanas en el lecho.

 

Toma esta copa

ponte también sombrero y botas

mientras me arreglo el bigote

dame ocho balas

mataré la deshonra.

 

Afuera, la noche

extiende un velo sobre los edificios

como los párpados sobre los sueños en sigilo.

 

Ahora estás conmigo

esperando contra el muro

toma este ramillete del jardín prohibido

que es el cielo de los adictos.

 

Este poema

que bebía de noche y fumaba de día

hoy bebe de día

y fuma

y fuma

olvida que es día

no sabe qué es noche.

 

 

Este poema con ala ancha

dice Revolución

con su bocanada

su redonda bocanada

volando en el cielo espeso.

 

Selección del libro "La Desmesura", de Andrés Barbosa Vivas. Todos los derechos reservados.

 

 

Y YA NO ESTÁS PARA ESCUCHAR
/LAS PALABRAS

que he ido desprendiendo del viento como hojas para un herbario:

triscan en los caminos que confluyen en el árbol de tu ausencia;

enmudecen frente a floraciones oscuras y aterciopeladas.

 

Estos vocablos de voz estertórea

crecen en mi cuerpo cual hiedras en un muro de mutismo

y se desgarran;

se agotan en las mesas de familia

que me dan el pan y toman mi vacío

primorosamente

en las conversaciones de sala.

 

En el silencio de la intimidad, contemplo mis utensilios:

las velas, el espejo, las piernas de la pared

el cuchillo.

 

En la noche

invento palabras con barro cocido

pero no puedes escucharlas.

 

 

OBRA

 

Si algún lugar ocupas, es la ausencia

si algún lenguaje hablas, es el silencio,

en el espejo te veo, trazo tu silueta, la reconozco

casi tocas mis ansias.

 

Vida mía

tus pies pisan trozos calcáreos en que se inscriben leyendas

hendiduras de cuerpos que estuvieron.

Rozo tus dedos

te complaces con mostrármelos tan llenos de refulgencias

aunque me detenga y advierta el negro de mi sombrilla

como un presagio.

No ves que el mundo se está derrumbando

y hasta empiezan a deslizarse tus pendientes.

 

Desdóblate, silencio

porque a veces siento que hasta las palabras me inasisten

y empiezan a deslizarse por tu cuerpo

bella,

única,

mía...

Si algún lugar ocupas es aquel, junto a la ventana

donde nadie ve mi fantasma

cruzar doliente polo a polo de la Tierra.

En la radio suenan sermones y campanas.

Desdóblate, sonido, donde descansa en paz la sonrisa

y las colillas de cigarro se amontonan.

No las ves, pero están donde estuvieron

escuchando, sintiendo, aferrándose

en el lugar que las pisadas dejan sobre el césped

y muere el réquiem en la radio.

 

 

QUERENCIA

 

¿Quién susurra tras las paredes?

¿en qué garganta se atropellan los suspiros

en algún lugar de la sala?

¿qué mejilla dibuja una lágrima

con color de alma cuando llega la tristeza,

azules escamas cuando se instala la nostalgia

serpenteando en el ron que se derrama en las paredes?,

¿quién bebe su suavidad cálida?

 

La beben los gritos que en la noche

llaman con clamores las almas solitarias,

los ganchos sin ropa la beben

y reconocen su levedad en las noches embriagadas.

 

¿Quién añora tras las paredes,

tras el libro abierto que recibe sus lágrimas

como el suelo la hojarasca del árbol que languidece con los roces del tiempo?

¿quién tiene miedo de llevar su dolor hasta mañana

como el lío más pesado trasegando por el sueño

con la espalda corva y los zapatos que apenas arrastra?

 

Quien tiene miedo de la vida solitaria

y procura los saludos que ama

que ama la música que crece y estride en diferentes flancos

las fragancias del incienso y la marihuana

las conversaciones a medios oídos

los desnudos, tras la ventana

la tos que comparte cuando enferma, cual sueños que contagia

las tristezas, las alegrías

los cuerpos cuando se hablan;

a todos vosotros ama quien lloraba

y anhela compartir con vosotros el momento

en que a su lecho llegue la parca.

 

Selección del libro "Desdóblate Silencio", de Andrés Barbosa Vivas. Todos los derechos reservados.

Tomado de:

http://andresbarbosavivas.blogspot.com/

 

 

Obsidiana.

 

 

Niños soñando la paz

Dorian Flórez (Colombia, 1960)

Óleo sobre lino belga, en claroscuro.

Ver galería del pintor

 

Vengo de la tierra mordida por los perros,

de las conspiraciones y los oprobios,

del frío plomizo sobre toda la existencia

de la selva sabia y guerrera

al caos similar de las calles.

 

Vengo de las luchas intestinas,

no el feto desechado de la guerra,

el enfermizo impulso muscular por acrecentarse

y cómo a esta alma de acero le hablan las cosas elementales

le cuentan sus secretos

unas desarrollaron espinas ante la barbarie;

otras, bellos colores;

yo desarrollé mi silencio,

la capacidad mental,

la explosividad incesante que imprimo en cada uno de mis actos.

 

Soy de un material antiguo, probado por los sabios

vengo del fondo de la Tierra, me forjó la tristeza

soy la santificación del dolor

mantente conmigo hasta el final y te daré un secreto

sólo a los más altos los revelo

mi alma es verde y doy visos negros.

Tomado de:

https://atentadocelestepoesia.blogspot.com/2016/03/andres-barbosa-vivas-obsidiana.html

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